jueves, julio 31, 2008

Baño de esponja

El otro día anduve haciendo cosas con un trapito, cosas medio perversas. Imagínenme acá con trapito húmedo dándole un baño de esponja a un sujeto de muy buen ver.


Imaginen la música sexy, y yo aún pasando el tramite por lugares sexys. :P



Y claro que no se puede evitar pasar por los músculos de los brazos. ;)





Se preguntarán ¿qué andaba yo haciendo?

Ah, pos andaba limpiando un maniquí. :P







Y es que el jefe vió que tenían un poco de polvo en la tatema (cabeza), entonces dijo algo así como "Hay que limpiar los maniquís de vez en cuando", lo que claramente interpreté como "Limpialos ahora, ya". Entonces ahí tienen a su servidor dándoles un trapazo.
Luego pasa, como suele pasar, que, por culpa de mi vívida imaginación, y aunado a que los maniquís están bien 'mameyes', pues empecé a pensar lo de los dibujos sexys. XD

Sí, tengo pensamientos extraños cuando me aburro y no hay mucho que hacer,y lo bueno que nomas' les limpia de la cintura pa' arriba, si no... :P

Hasta la next.

martes, julio 29, 2008

El pasado que nunca tuve

Hace unas semanas estuve charlando con el otro monito que trabaja conmigo en la tienda, y entre preguntas que me hacía o que yo le hacía llegamos a una de esas que me da miedo enfrentar; él preguntó:

- ¿Cuando tuviste tu última novia?

A lo que yo respondí:
- Pues ya tiene un chingo, hace como 2 o 3 años.
- No manches, es mucho tiempo... y ¿por qué tantísimo tiempo?
- Pos ya ves, salí de la escuela y pos ya no conocía gente, luego me la pasé trabajando y además soy medio antisocial.

Si usted, querido lector, trata de hacer memoria con respecto a ese torrido romance que yo sostuve con una femina hace 2 o 3 años, encontrará que es una MENTIROTA del tamaño del mundo.
Y es que usted no se equivoca al pensar que el tiempo que llevo sin novia es mucho mayor a ese tiempo que yo mencioné en la conversación, son 23 años en realidad lo que llevo en ausencia de compañía. Lo cual, desgraciadamente, coincide con el tiempo que llevo de vida.

Pero por la clase de respuestas como la que me dió este sujeto, prefiero alterar mi pasado un poquito. Porque imaginen ustedes cuál hubiera sido su reacción si le digo "Llevo 23 años sin novia". Recuerdo perfectamente que empecé a mentir sobre esto desde que tenía 12 años porque ya ven que en la secundaria los otros niños tienden a ser muy criticones y chismosos, entonces me inventé una historia sobre una suspuesta novia de la primaria.
Cuando llegué al bachillerato por supuesto que no podía continuar con la mentira de una novia de la primaria, por lo que tuve que inventar sobre una novia de secundaria; cosa que por supuesto nunca existió.
Ya en la licenciatura tuve que continuar la mentira de la novia de secundaria porque un amigo del bachillerato entró a la misma escuela y carrera que yo , entonces el era testigo de que no hubo nada.
Ahora en el trabajo, como nadie sabe y nadie supo, puedo alterar a placer cualquier detalle de mi vergonzoso pasado, pero trato de no exagerar en las mentiras porque luego se me olvidan los detalles. Y a ver que invento ahora que entre a la unam.

Preferiría decir la verdad pero eso implicaría responder a una pregunta mucho más difícil "¿Por qué no has tenido novia(o)?". Y como la respuesta a eso es complicada, profunda e involucra un alto de riesgo de que me empiecen a considera un retrasado mental, pues prefiero evitar esa situación. Hay gente a quien si le he dicho la pura verdad, pero son personas de más confianza y que siento me comprenden un poco más. Pero sin importar que tan comprensivos sean conmigo, y si bien han entendido mis razones, motivos y pretextos para tal soledad, siguen preguntándose porque aún sigo solo.

Así funciona el sistema, así funciona mi vida. Cada nuevo ciclo de mi vida tengo la intención de llegar y ser auténtico y no decir mentiras, pero no soy muy bueno en lograr tal objetivo. :P
Y sigo perpetuando la historia de un pasado que nunca tuve.






viernes, julio 25, 2008

Ya soy pumita


Mis estimados parroquianos ayer fue un día muy importante; ya me entregaron los papeles de aceptación en la unam. Y creo que eso ya significa que soy puma.




Aunque creo que me falta algún paso del trámite, y la verdad no entiendo si debo hacerlo por internet o hasta que vaya a la escuela me dan el dichoso papel que me falta. No soy el único confundido y ya enocntré algunas páginas donde preguntan lo mismo que yo y, de acuerdo a los informantes, no necesito hacer nada hasta el día que vaya a la escuela.

Otra cosa es que tengo que pagar lo de la inscripción, y lo obligatorio a pagar es como 1 peso ($1.ºº, sí, así de poquito es), pero más abajo dice que mínimo deben ser 100 pesos, entonces ando dudando si les doy los 100 o únicamente lo obligatorio (es que soy un poco tacaño :P).

Continuando con la noticias, creo que me quedé en el turno de la tarde.

En la hojita que me dieron me marca un número de grupo y en la indagaciones que hice por internet todo parece indicar que, efectivamente, es turno vespertino. Ya he estado en el turno de la tarde muchas veces y la verdad no es malo, lo único que me preocupa es el no encontrar transporte para llegar a mi casa. Suponiendo que saliera a las 10 p.m. y que aún encontrara camiones, estaría llegando a media noche a mi casa.
Voy a intentar hacer el trámite para cambiarme de turno, si no lo logro, pues me tendré que saltar la clase que tenga después de las 9 y pasarla en exámenes extraordinarios.

Increíble que hayan pasado 5 meses desde aquel día en que se me ocurrió inscribirme al examen de ingreso, aún quedan 2 semanas para entarar a clases pero seguramente podré soportar la espera. :D


lunes, julio 21, 2008

ハビエル



Esto que les voy a contar es lo más cercano a una historia de amor que tengo. No es de amor realmente, es más bién la historia de una obsesión, de una fantasía, de una ilusión; fue alguien que me gustó mientras estuve en la escuela y pues... sentí muchas cosas buenas y malas.

Todo empezó algún día hace como 4 años...




Apenas iba yo en el tercer semestre de la carrera de informática y, si mal no recuerdo, todavía me hacía feliz estudiar esa profesión. Pero fue en ese semestre dónde por fin noté la existencia de él.
Él era un compañero de la misma generación que yo, pero no fue sino hasta ese año que lo ví. Empezó a existir para mis ojos el día que una amiga dijo, señalándolos a él y a su grupo de amigos, "Ellos son bien bien inteligentes. Son muy buenos para programar".
Y me dijo sus nombres, pero nunca crucé palabra con ellos (y creo que ni me interesaba) hasta el siguiente semestre.

Cuando entré a 4º semestre mi vida era un caos, y escogí un horario muy extraño donde me separé de mis amigos. Por azares del destino, en una materia compartí el grupo con estos sujetos y ahí sí recuerdo que me interesó mucho saber su nombre. No nos conocíamos pero teníamos una amiga en común, y a través de ella lo fui conociendo, y poco a poco le hablaba más.

Y me empezó a gustar.

Inevitablemente caí en la fantasía que acompaña cuando alguien me gusta: de repente sus habilidades me parecían dones mágicos dados por Dios; sus gestos, sus movimientos, su palabras, todo lo que el hacía me parecía casi divino; me gustaba su voz, sus ojos, el deporte que praticaba... ya ven cómo es cuando a uno le caen estos amores de primavera. Bajo el influjo de esta irrealidad me la pasé el semestre intentando hacerme su amigo, pero no funcionó del todo y más porque yo me empezaba a poner nervioso con su presencia.
Pasé varios meses en este estado de 'me gusta', y a nadie le dije y no sentí la necesidad de expresarlo; era un sentimiento pasajero, y además era poco probable que yo le gustara.

Llegaron las vacaciones de verano y luego de eso volvimos al siguiente curso. Era quinto semestre y ahora sí me tocó compartir todas las materias con él, lo cual, creo, influyó a que me obsesionara más con él, porque lo veía todos los días, me sentaba cerca de él y aún me gustaba mucho. Nunca pensé en decirle que me gustaba, era perfectamente comúnen mí, y aún lo es, que guarde mis sentimientos y espere a que se desvanezcan.

Hasta ahí todo iba normal, y era una situación miserable, pero manejable y soportable, sin embargo... ocurrió algo que rompió el balance de mis malabarismos emocionales. Sucedió que un día un maestro nos dejó hacer una tarea donde tenías que hacer unas encuestas sobre ti mismo, sobre tu personalidad, sobre tus habilidades, sobre lo que tu quisieras y en base a eso elaborar una gráficas (más detalles en este post que hice sobre el tema).
Obviamente quería saber que opinaba él de mí, y le entregué una hojita para que me la contestara. Al final, en un espacio que dejé para un comentario extra, él escribió:


Me caes muy bién, creo que deberíamos convivir más.


Y no tienen idea las veces que releí esta frase; pensaba en lo que decía y le daba vueltas y vueltas y me emocionaba, y la volvía a leer y decía "le caigo bién, ¡por dios, le caigo bién!". Y, tal vez haya sido por mi necesidad de cariño, pero me volví loco por él. :P

Cuando me levantaba pensaba en él y me hacía ilusión ir a la escuela porque lo iba a ver; cuando me vestía pensaba en él y en verme bién para él; cuando exponía en clase, cuando hacía un examen, me esforzaba porque quería impresionarle.
Había una canción del cantante Juanes que salió por aquél tiempo y que me ayudó a acompañar mi obsesión; en algún punto la canción dice :

...me siento débil cuando estoy sin tí
y me hago fuerte cuando estás aquí.
Sin tí yo ya no sé qué es vivir,
mi vida es un túnel sin tu luz...

...quiero pasar más tiempo junto a tí,
recuperar las noches que perdí,
vencer el miedo inmenso de morir
y ser eterno junto a tí...


Y cada que escuchaba la canción pensaba en él.

Otro cierto día, pensando en él, se me ocurrió llenar la banca en la que yo estaba sentado escribiendo su nombre. Y lo hice, pero nadie nunca supo qué escribí porque lo hice en japonés; escribí los símbolos que ven ustedes en el título de este post, es el nombre de él.
Curiosamente al día siguiente que hice este despliegue obsesivo de caligrafía en la banca, volvimos a ese salón para una clase, y él se sentó sobre la banca rayada. Identificó los símbolos y como sabía que yo estudiaba japonés me preguntó: "¿Qué dice aquí?"

"Esteeeeeeeeeeeee.... no sé, no le entiendo" Y creo que me sonrojé como nunca.





La verdad que ese semestre me fue muy bién en cuestión de calificaciones, me volví un poco más sociable, me sentía mejor conmigo mismo y todo solo por el hecho de saber que le agradaba a alguien, de que valía la pena pena para alguien. Aunque mi idea de cuánto le agradaba a él estaba un poco alterada, era un poco fantasiosa, pero a fin de cuentas fue muy positivo para mí sentir todo eso.

Sin embargo, mi fantasía empezó a ser menos sostenible y un poco dolorosa. Yo sabía que a él le gustaba mi amiga, pero decidí no creerlo del todo y me aferré a mi irrealidad, además el hecho de guardar mis sentimientos hacia él me lastimaba un poco.

En cierta ocasión, lo encontré antes de clases en la escuela y nos pusimos platicar sentados en el pasto. Conocí más de su vida, de su familia, de sus miedos, y me dijo quién le gustaba; efectivamente era mi amiga quien lo traía de un ala, y ahí mismo me preguntó "¿Quién te gusta a tí?" La respuesta a eso pasó mil veces por mi mente "Tú... tú... tú..." pero contesté que me gustaba una chica bastante linda de ahí de mi salón y ya. Después de eso intenté darle consejos de cómo acercarse a mi amiga, que la invitara a ver cine francés, que a un museo, que esto, que lo otro...bla bla bla, y a mi amiga la intenté convencer de que era un buen tipo.

Pero a la idiota de mi amiga no le gustaba el muchacho.

Y pasó un poco de tiempo, y a pesar de todo lo que ya sabía seguí un poco aferrado a lo que sentía por él, porque aún me seguía gustando. A partir de ahí empecé a sentir que me hacía daño, que me entristecía el quererlo y saber que era imposible que pasara algo, que sabía que tenía que ser positivo y tener esperanza en qué tla vez sí, pero la realidad era imposible de ignorar.
El último vestigio de mi esperanza desapareció un 14 de febrero en que él le regalo una rosa roja a mi amiga. Los ví y supe que tenía que olvidar lo que sentía a como diera lugar, y empecé a destrozarme a mí mismo.

Destrozarme significaba destruír todas las fantasías que me inventé y aceptar la realidad. Aceptar que esa frase que me escribo en la encuesta era a lo mucho de amistad. Era tal vez con la intención de, a través de mí, acercarse a mi amiga, lo que es curioso porque yo me hice más amigo de ella para acercarme a él. Tuve que aceptar la realidad de que yo ni le interesaba a ese sujeto, no como yo soñaba que él lo hacía.
Y tanto fue lo mucho que me destrocé para olvidarme de él que terminé deprimido y al borde de reprobar varias materias.

Con el tiempo aminoró lo que sentía por él, me interesaba menos aunque aún me producía sensaciones extrañas el verlo. Mi amiga lo rechazó y al alejarse de ella, pues ya no hablaba tanto conmigo; estuvimos en grupos diferentes y ya solo nos saludábamos, pocas veces continuamos hablandonos. Después de salir de la escuela no lo he vuelto a ver, pero por algunos amigos y por las fotos del hi5, sé que tiene una novia, quien es una chava muy linda, y sé que trabaja y anda bién. Me alegra ver que es feliz el güey.

Como verán, mi historia está un poco carente de acción porque ni siquiera ocurrió nada más allá de mi cabeza. El remolino de cosas que ocurrieron solo pasaron para mí, solo yo lo sentí y lo viví.
Si alguna lección me quedó sobre todo esto, fue el saber que un poquito de cariño y sobre todo un poco de amor propio me motivó y mejoró mi forma de ver la vida.
Recuerdo que alguna vez lo platiqué con la psicologa de la escuela, le dije que esto era una prueba de que sí me podía sentir feliz y que no estaba condenado a pasarme la vida deprimido. E identifiqué lo que necesitaba para ello: quererme, creerme que valgo la pena y, tal vez, practicar algún deporte. Buscar pareja no era algo tan esencial en la ecuación, porque con una cantidad mínima de cariño propio el encontrar a alguien que te quiere se da casi en automático.



Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.



viernes, julio 18, 2008

He creado un monstruo

Sí, mis queridos parroquianos, ¡¡¡he creado un monstruo!!!


Bueno... realmente yo no lo creé, ni lo ensamble, ni le di vida, ni lo mandé a matar pueblerinos; yo solo lo pinté.

Sí, solo pinté un monstruo
.

Aunque más especificamente. Tampoco pinté un monstruo. No, en realidad lo que pinté fue mi cuarto.


Sip, pinté mi cuarto.


Pero algunos pequeños inconvenientes, como el hecho de que el color no se veía como yo pensé que se vería en la pared, sumándole que yo le eché demasiada agua y que al final decidí hacerla de alquimista para cambiar el color, pues... mi cuarto quedó hecho una monstruosidad.


Ahora sí pinté un monstruo.


Aparte de que el color quedó muy obscuro (un terrible morado tipo halloween), también, debido al exceso de agua con que preparé la pintura, se veía toda chorreada. Así que tuve que desembolsar otro monto de dinero para ir por más pintura y tapar la monstruosidad morada.



Tapé al monstruo de azul.

Lo monstruoso también fue que gasté dinero a lo menso, nomas' por no saber elegir el color (y por echarle mucha agua).
Y por si no hubiera sido suficiente con este sufrimiento, resulta que recibo una llamada de mis padres diciendo "ya vamos pa' la casa" (es que otra vez se fueron de vacaciones). Pero yo había pensado que se regresaban hasta este domingo así que no había limpiado en 4 días, y ya se imaginaran el tiradero que tenía con lo de la pintada.


Monstruoso desatre, diría yo.


Y que pongo en friega a barrer, trapear, lavar trastes, acomodar cajas y muebles y todo lo que estaba fuera de su sitio. Excepto por mi habitación todo estaba en orden, pero en general la casa no se veía desordenada para cuando llegaron.

Por eso les digo como moraleja, mis estimados parroquianos, que no confíen en los colores que aparecen en la página web de una empresa que vende pinturas, porque al final el color nunca es igual; pero confíen un poco más cuando el bote de pintura les indica que disuelvan solo el 10 o 15% de la pintura porque si le echan 200% de agua, les juro, se chorrea la pintura.


Fin. Monstruoso FIN.


Es un complo, es un complo...

Heme aquí dándome un pequeño descanso de mis pesadas actividades (dormir y ver tele) para relatar algunos detalles de mi ajetreada vida profesional.

Pos les cuento que el otro día el güey exhibicionista-degenerado volvió a la tienda. Pero ahora no fue a ver trajes de baño, quería una camisa, y además estaba mi jefe, así que él lo atendió.
Cuando el sujeto entró, pues lo saludé, y en lo que pude lo atendí pero con simple y llana amabilidad profesional.

Y le eché acá "la mirada fulminante".


Y saben, cuando le platicaba de aquel suceso traumante al otro empleado me dijo algo muy curioso. Dice que él cree que el jefe nos manda a esta clase de gente para ver como los tratamos, porque resulta que el güey exhibicionista es amigo del jefe, y otros que le han venido con ganas de enseñar los fierros también son clientes de mucho tiempo de la tienda. Osease que todo fue un 'complo', como dijera el peje.

Es que el jefe es desconfiado a más no poder, llama poco antes de la hora de la salida para checar que no nos hayamos ido temprano, no confía cuando le decimos que no se vendió nada porque no pasa gente, y así, toda una joyita.

Pero en fin, lo bueno es que nomas' lo tengo que soportar por 2 días a la semana.


jueves, julio 10, 2008

I ♥ Wall-E





En otros temas más felices, y ahora en clasificación AA (porque esto ya no contiene relatos sobre intentos de abuso ni sobre desnudos frontales XD ), les paltico que la semana pasada fui a ver una película... no, de hecho, fueron dos.

La primer película que fui a ver es una que se llama Persépolis. Muy buena (excepto el final). Ésta trata de una niña iraní y todo lo que vive en su país: guerras, prohibiciones, un regimen autoritario, etc; y luego todo lo que le sucede cuando la mandan a estudiar a europa para salvarla de todo eso. Se supone que está basada en la vida de la autora, quien pasó por todo eso.
Esa película la fui a ver el miércoles pasado en la cineteca.

La otra que fui a ver fue la de Wall-E. Esa la fui a ver en viernes a un cine cerquita de mi casa. Y como ando en época de ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, pues me fui a la función de las 10:00 a.m. que cuesta la módica cantidad de $20 pesitos.
Y está bien bonita la película :')

Eso sí, lloré un montón. Ya ven que soy de moco y lagrima débil, entonces lloro muy seguido en el cine; pero especialmente en esta no hay forma en la que no te puedas sentir identificado con el robotcito.

Imagínense al pobre robotcito solo, completamente solo, nadie más que él en toda la tierra, y luego se encuentra a un robot y pues hace todo un relajo nomas' por seguir al lado de ese robot; o sea, sí es como para lagrimearle.
Pero además de eso, la parte que más me quebraba (que me hacía llorar) era que el Wall-e añoraba, más que ninguna otra cosa, tomarse de la mano con alguien. :'(

Y ahí me tienen llore y llore, llore y llore a moco tendido. :'( Es que soy sensible, que le vamos a hacer. Por eso:

I ♥ Wall-E

:')


martes, julio 08, 2008

Traumas de la chamba

Yo no lo quería creer, pero las leyendas eran ciertas; y que conste que yo me negaba a pensar que pudiera pasar algo así, creía que no podían existir tan indecentes personas. Pero sí existen, y ya entendí por qué algunos otros empleados habían renunciado.


Resulta que fue un día como todos en mi trabajo. Yo llegué y llegó el jefe y el día nublado como es costumbre. Limpié, barrí y dí el reporte da las novedades.
Después de un rato él se fue y me dejó solito. Ya había estado solo antes así que no me preocupé; de hecho me siento un poco más agusto estando solo porque puedo acostumbrarme más a tratar con la gente y hacerlo a mi ritmo.
Y bueno, el día avanzando, pasan los clientes, a algunos les vendo algo a otros no y así, todo en calma. Hasta que...

Llega un prospecto de cliente a ver la ropa. Pregunta si está el jefe, que cuanto tiempo llevo yo ahí y que si se podía probar los trajes de baño. Yo amablemente le contestaba que el jefe había salido, que yo llevaba un mes ahí trabajando y que no había ningún problema en que se probara los trajes de baño.

-Pero me los puedo probar así sin calzón.
-Sí, claro. No hay ningún problema.
Contestábale yo.


Entonces escogió unos modelitos y pasó al probador. Para mi desgracia pidió mi opinión sobre como se le veía el traje de baño y pues es parte de la chamba andarles sugiriendo que si se le ve bién o mal.
Por un instante temí que fuera a salir sin traje de baño y que me enseñara su 'cosas', pero no, sí tenía el traje de baño puesto. Aunque solo el traje de baño porque también se quitó la playera, lo que me pareció innecesario, pero a final de cuentas no era tan impropio.

Y la neta se veía del asco con lonja y todo, y le hubiera recomendado que no saliera en público así, pero le dije que le quedaba bién el traje (por si alguien no sabe que es lonja, es ese exceso de grasa en la panza, así todo feo) . Luego me hizo alusión a su lonja y que por el trabajo no hacía ejercicio pero que ya pronto iba a bajar la panza. Yo tan amabilísimo le decía que sí, que hay que bajar la panza pa' que se le vea mejor y todo el rollo pero lo miraba a los ojos, no quería ver sus miserias. Se puso otro traje de baño y me volvió a pedir su opinión, me preguntaba si así eran de cortitos y que si así estaba bién o iban más abajo (creo que eso ya era insunuación).

Después se metió y me pidió los demás trajes de baño, para esto abrió la puerta aún estando desnudo y entregándome los que tenía ahí para que yo le pasara los otros. Su exhibicionismo era perfectamente evitable porque la ropa se puede pasar por arriba de la puerta, pero pues eso hizo.
Luego dijo que no le quedaban y que si yo le recomendaba algún otro. Le pasé uno que me pareció más amplio. Me dijo: "se ve peor, ni me cierra" y me mostró sin que yo le dijera nada. El desgraciado traí el zipper abierto y sin cerrar el botón de arriba, entonces me enseño parte de su miserias. Me molestó y me volteé para buscarle otro. Preguntó "¿Te molesta?". "No, no hay problema" le dije, porque tenía que ser amable.
La busqué otro traje y se lo pasé. Otra vez el degraciado abrió la puerta desnudo y me dió los trajes de baño que tenía ahí dentro con todo y los ganchos, pero en lugar de darme las cosas a la altura normal, los puso más abajo, a la altura de sus miserias, como para que yo me fijara.
Se puso otro traje de baño, me mostró (ya estaba yo harto) y me preguntó:
- Oye, ¿tú como crees que me la debo acomodar? ¿Así de frente o de lado? (sí, se refería a eso que etsán pensando)
- Eehhh... como sea. (¿por qué fregados me pregunta eso?)
-Pero ¿tú cómo crees que se ve mejor? Así o así... (y se metió la mano y se la acomodo)
-(Mire hacia otro lado y me volteé a acomodar algo) Como sea está bien.
-¿Te molesta? (y ahí cerró la puerta porque pasó alguien por enfrente de la tienda)
-No, no hay problema(¡¡¡Claro que me re emputaba que hiciera eso y todo lo que había hecho!!! pero seguí siendo amable).
-Oye, y si te pido que te acerques más ¿te molesta?
-Todo depende que tan cerca. (Todavía trataba de contestar con amabilidad).
-¿Y si te digo que te acerques más?
-No. (Y lo volteé a ver con cara de "me acerco más pero para patearte").


Cerró la boca, y se empezó a vestir. Dijo que volvía cuando estuviera el jefe. Le dije "Sí, adiós. Que le vaya bién" pero tenía unas ganas terribles de aventarle la engrapadora en la nuca.

¡¡¡Carajo, qué chingados le pasa a estos güeyes!!!
¡Qué trinches ganas de andar enseñando los fierros. Maldita sea!


En fin, ya.
Creo que me pasé de amable esta vez, a la primera le hubiera puesto un alto y me habría ahorrado tiempo y los corajes que ando haciendo. La neta que sí se siente feo que lo traten a uno así. Cuando el otro empleado me platicó de algo similar que le había pasado, me dió risa, pero ya no es chistoso vivirlo. Por eso me decía: "Siéntete con la libertad de mandarlos muy a la chingada si se pasan".

Y eso haré la próxima vez.

martes, julio 01, 2008

Me siento acartonado



Es que los días pasan y pasan, y parecen ser días idénticos. Y tengo mucho tiempo libre pero no hago nada productivo, entonces mi día se vuelve tedioso.
Ando aflojerado... cansado... desganado...

He estado pensando seriamente en volver a practicar natación para entretenerme algunos días y activarme un poquito porque me siento bastante oxidado en lo físico. Además siento que esta flojerita que me cargo es por la falta de ejercicio.

Según los precios del deportivo más cercano a mi casa, andaría pagando unos 200 pesos al mes, por dos clases de natación a la semana (clases de una hora). Aún no sé si puedo practicar más horas. El plan es hacer esto 2 días a al semana durante julio (o más días si me permiten practicar) y ya entrando a clases cambiaría las clases a sábados y domingos por la mañana.

Hoy iba ir a preguntar los requisitos para inscribirme, pero me levanté muy tarde y la flojera me derrotó y ya no salí de mi casa. Juro solemnemente que mañana si me levanto y voy a preguntar.
Es más, mañana también voy al cine; hay que vencer al acartonamiento.


P.D.
Sí, tampoco ando muy inspirado para escribir. disculpen ustedes la falta de creatividad de este post.